Durante los trece primeros años de mi vida intenté hacer más de una historia, plasmarla en un documento, ya fuera a mano o por ordenador. Pero no fue hasta 2007 cuando empecé a trabajar en mi primer relato largo, un manuscrito basado en El Fantasma de la Opera con mis propios personajes y una historia alternativa.
Está claro que aquel manuscrito era terrible a numerosos aspectos, pero lo recuerdo con cariño ya que fue el primero, y el único terminado. No quiere decir que hasta entonces no hubiera creado mundos en mi cabeza; mis dos grandes historias -ahora mismo en realización- ya estaban ideadas desde antes de aquel año, pero nunca tuve el valor ni la motivación para emprenderlas anteriormente.
Ahora, a mis veinte años, lucho por mantener la inocencia de las ideas que tenía desde entonces, pero estas se mezclan inconfundiblemente con mi madurez y la experiencia de los años. No creo porque tenga que ser esto malo, es simplemente un nuevo torrente de inspiración.
Aunque actualice poco este blog, debido a que las visitas de las musas son esporádicas y terriblemente cortas, me gusta mucho recibir visitas de que puede que sea la afición con la meta más ambiciosa de todas las que moran en mi vida. Si algo quiero conseguir en mi vida, es darle al mundo una de esas historias que te hacen soñar, te emocionan y te hacen formar parte de la misma, como las que me llevaron a mi a llenar una vida de imaginación y fantasía.
Gracias por leer. De corazón.
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